Viajando se aprende. Los viajes te enseñan a vivir, a tomarte la vida con una filosofía distinta a la que se que se vive en una gran ciudad. En todos mis viajes siempre encuentro un motivo para volver al lugar que he visitado, pero hay muchas cosas por ver, explorar y mucha gente a la que conocer, interesantes personas que se mantienen en el anonimato hasta el momento en que te presentas o se presentan en tu vida. Aunque siempre están en mi presente.

Aconcagua

Aconcagua
Cerro Aconcagua

domingo, 3 de marzo de 2013

Biar, carrera chafando nieve








A las 9 de la mañana teníamos la cita y un buen grupo de CXM's fuimos a esta carrera, al llegar, lo de siempre recogida de dorsal y a cambiarse que en veinte minutos se daba la salida. Antes de esta, mi cita con el bar, un cortadito y ale, preparado para correr, o eso creía yo. Todos los corredores habíamos pasado el control y vemos una escopeta apuntando al cielo, se oyó un estruendo, la carrera ha empezado. La salida se da dirección al pueblo y le damos la vuelta, volvemos a pasar por la linea de salida para tomar una senda que nos dirige a las montañas.
Las sensaciones que tengo no son muy buenas, iba algo tocado y el factor psicológico totalmente en contra, no podía concentrarme en la carrera, el tobillo también me decía que parase. En la primera cuesta, las piernas no me respondían a lo que yo quería hacer, fue el momento de frenar, pero ya rondaba por mi mente el abandonar. Llegando al desvío de los juveniles es donde quería abandonar, pero al llegar allí, fue ese mismo factor psicológico el que me ayudó a continuar, poniéndome una meta algo más lejana, el paisaje hizo mucho. 
La montaña, estaba impresionante y la nieve caída en estos días atrás, la manchaba de blanco llenándola de luz y eso si, haciéndola algo más resbaladiza, el tiempo generoso con los corredores ya que no a llovido y se mantuvo nublado. 
Una vez el tobillo se calentó, la cosa iba algo mejor, pero aún así bajaba con mucho cuidado. Avituallamiento tras avituallamiento, fui pasando de la idea de abandonar, a la idea de llegar a meta. Al empezar a subir el Reconco, vamos por un sendero botánico estupendo y ya se oía, a lo lejos, el sonido de "les dolçaines i tabalers" que animaba a ir un poco más deprisa y amenizaba la carrera en el punto más alto por el que se pasaba. Desde aquí, todo bajada por sendas embarradas que daban un bonito toque a la carrera. Y por fin meta, 25.280m y 1357 de desnivel positivo, todo completado en 3h 25m que no ha estado mal y realmente no es lo que más me importe.


Nos vemos por las montañas.


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