Viajando se aprende. Los viajes te enseñan a vivir, a tomarte la vida con una filosofía distinta a la que se que se vive en una gran ciudad. En todos mis viajes siempre encuentro un motivo para volver al lugar que he visitado, pero hay muchas cosas por ver, explorar y mucha gente a la que conocer, interesantes personas que se mantienen en el anonimato hasta el momento en que te presentas o se presentan en tu vida. Aunque siempre están en mi presente.

Aconcagua

Aconcagua
Cerro Aconcagua

jueves, 16 de agosto de 2012

Cursa de Vistabella

No costó mucho convencer a Rosana para que se apuntara a la carrera de Vistabella, más difícil lo tubo ella para convencer a Diego, pero al final, todos a correr. Diego trabajaba hasta tarde el sábado y para irnos todos juntos, acudieron a casa a dormir, por decir algo, la calor y el madrugón  no nos dejó. A eso de las 4:30 de la mañana iniciamos el trayecto hacia Vistabella, madre mía lo que nos espera, finalmente, vamos en mi coche y a eso de las 7 de la mañana estabamos allí para recoger el dorsal y tomar el café de rigor, después la cita esperada con un campo de los alrrededores jeje... Diego quedó durmiendo en el coche hasta que se aproximó la hora de carrera. Empezamos a correr, salimos juntos Rosana, Diego, Myriam y yo, en los primeros kilómetros Myriam iba rezagada, ya que le cuesta cogerse un poquito, pero a partir del km 10 la tia empezo a correr como si la siguiera un lagarto, jijiji. Rosana y Diego empezaron a tirar, esta chica está más fuerte que el vinagre, al llegar a San Juan del Peñagolosa, nos encontramos a Diego que había reventado su rodilla en la bajada, aún así el tio consiguió llegar hasta el km 16 como un jabato. A esa altura, me encontré con un hombre que se bajaba a Vistabella y le pregunté si podía esperar unos minutos para que se llevara a Diego y así fue, el compañero muy amable se lo bajó.











En el siguiente avituallamiento, llegué algo seco y bebí gran cantidad de agua, tanta que en un rato parecía que iba a reventar, Myriam estaba como nueva y eso que se pegó un buen porrazo, yo creí que se mataba, pero afortunadamente solo fue unos rasguños y un moratón. Km 23 último avituallamiento, solo de agua y ni probarla, un poquito por encima y ale que solo quedan tres.

Durante buena parte del recorrido íbamos adelantando a la gente que por algún motivo se quedaban rezagados. La llegada a meta, entramos Myriam y yo juntos en 3:20 minutos, Rosana hacía cola para que le dieran un merecido masaje, acabó la carrera en 3 horas, vamos. unos campeones.
Desde aquí marchamos a comer a Villahermosa del Río, al Ruta de Aragón, donde el amigo Juanma nos atendió como siempre lo hace, estupendamente. En Puertomingalvo hacían la feria de oficios, donde vimos a unos amiguetes que forjaron su empresa en la artesanía del hierro, Ximo y su Mujer, Inma.
















Cenamos en un restaurante del pueblo, donde nos sirvieron un plato de paté con trufa laminada que estaba para chuparse los dedos, después de esto para Villahermosa y a dormir.


Al día siguiente nos levantamos y fuimos a Natur-nua y después una rutita al carbo para soltar piernas, bañito en la cascada y vuelta para el pueblo, el río bajaba con poca agua y a la altura de Villahermosa ya no tenía, un año bastante seco por allá arriba. Comimos y para casa, que finde más bueno.