Miriam había quedado con Rosana y Diego, ellas se conocen desde pequeñas, pero hacía tiempo que no salían a correr juntas, la escusa, preparar la carrera de Moixent, era el primer entrene serio desde que me lesioné y vaya si se notó, en la primera cuesta uff... parón y a caminar. Tanto Rosana como Diego decían de ir despacio, cosa que agradecí, porque a pesar de que su estado físico era nefasto, (según ellos) no veas como iban los bichos.




Salimos de casa de Rosana a las 9:30h y los primeros tres kilómetros por asfalto sirvieron para calentar el cuerpo, después de una hora corriendo, el sol pegaba de lo lindo y la ropa nos iba sobrando. Dimos la vuelta al bosquet y de vuelta para casa, una subidita más y venga que llegamos, salimos a la carretera y nos toca subir a la torre, pero pensando en que nos habíamos equivocado, el pueblo a un paso, pues eso, para el pueblo. Duchita y a tomar la cerveza de rigor.
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