El sábado por la mañana salió un día gris, casi lluvioso, pero aguantó. Fui a pegar un bocado y de paso, entré a la tienda de mi amigo Juande, no tenía zapatilla para asfalto y me tocaba correr con zapatilla de montaña, la media maratón con esa zapatilla hubiera sufrido mucho. Aún así tenía mis reticencias a estrenar en una carrera, pues me parece contraproducente, pero al final lo hice, me compré las zapatillas y a correr. Al llegar la tarde, a eso de las 17 h salí de casa camino de Alcasser, era la primera vez que corría esa media y después de treinta ediciones, ya tocaba. Tomé dirección al bar donde se entregaban los dorsales el 382 bonito numero, tomé el cortadito de rigor y al coche a cambiarme, una vez cambiado fui a ver si me encontraba a Vicent y si, allí estaba junto a Lola que marcharía en poco rato, Vicent y yo nos dirigimos a meta hasta esperar que dieran la salida. A las 19h sonó un pequeño castillo de fuegos artificiales y la carrera se dio por iniciada, salimos con el grupo de 2 horas, pero nos dimos cuenta de que íbamos a muy suave, a partir del km1 acelero un poquito el ritmo y adelanto a la pancarta de 1:45, me sentía cómodo y las buenas sensaciones me llevaban por el camino adecuado, eso, y la gente que me dejó perplejo de como se vuelcan en la carrera. Hacia el km 11 mi cuerpo empezaba a flaquear, pero la suerte hizo que ese desvanecimiento ocurriera al paso del pueblo, otra vez la gente animaba como nunca y eso te hacía elevar los pies sin apenas acordarte del estado en que estás, El km 16 fue una dosis de auto convencimiento lo que me mantuvo en carrera y a partir del 20 los pies iban solos, centenares de personas en las calles de Alcasser llevaban en volandas a los corredores que después de 20 km aún teníamos fuerzas para acelerar el ritmo y acabar la carrera dejando todas las fuerzas que uno trae a estos eventos, finalmente 1:42:05 en mi reloj, una posición buena para no estar entrenando mucho 245 y sobretodo, muy buenas sensaciones.
Al finalizar, marché al bar del amigacho y cervecita de campeón, allí estaba Juan Ramón y quedamos para salir en bicicleta el Domingo.
Se hizo la hora, 9 am y Juan Ramón, Kisko y yo nos preparamos para salir de ruta, destino, El Palmar. Empezamos algo suaves, pues el objetivo era soltar piernas después de lo del día anterior, pero poco a poco me encuentro mejor y le vamos dando cañita, los compis, fuertes como el vinagre y la recompensa llegó, El Palmar, bocata y de vuelta para Silla, 40 km y un pinchazo, el de Juan Ramón y menos mal que fue entrando en el pueblo. Fin de semana redondo...