Viajando se aprende. Los viajes te enseñan a vivir, a tomarte la vida con una filosofía distinta a la que se que se vive en una gran ciudad. En todos mis viajes siempre encuentro un motivo para volver al lugar que he visitado, pero hay muchas cosas por ver, explorar y mucha gente a la que conocer, interesantes personas que se mantienen en el anonimato hasta el momento en que te presentas o se presentan en tu vida. Aunque siempre están en mi presente.

Aconcagua

Aconcagua
Cerro Aconcagua

domingo, 12 de mayo de 2013

Media maratón De Alcasser y domingo de bici

El sábado por la mañana salió un día gris, casi lluvioso, pero aguantó. Fui a pegar un bocado y de paso, entré a la tienda de mi amigo Juande, no tenía zapatilla para asfalto y me tocaba correr con zapatilla de montaña, la media maratón con esa zapatilla hubiera sufrido mucho. Aún así tenía mis reticencias a estrenar en una carrera, pues me parece contraproducente, pero al final lo hice, me compré las zapatillas y a correr. Al llegar la tarde, a eso de las 17 h salí de casa camino de Alcasser, era la primera vez que corría esa media y después de treinta ediciones, ya tocaba. Tomé dirección al bar donde se entregaban los dorsales el 382 bonito numero, tomé el cortadito de rigor y al coche a cambiarme, una vez cambiado fui a ver si me encontraba a Vicent y si, allí estaba junto a Lola que marcharía en poco rato, Vicent y yo nos dirigimos a meta hasta esperar que dieran la salida. A las 19h sonó un pequeño castillo de fuegos artificiales y la carrera se dio por iniciada, salimos con el grupo de 2 horas, pero nos dimos cuenta de que íbamos a muy suave, a partir del km1 acelero un poquito el ritmo y adelanto a la pancarta de 1:45, me sentía cómodo y las buenas sensaciones me llevaban por el camino adecuado, eso, y la gente que me dejó perplejo de como se vuelcan en la carrera. Hacia el km 11 mi cuerpo empezaba a flaquear, pero la suerte hizo que ese desvanecimiento ocurriera al paso del pueblo, otra vez la gente animaba como nunca y eso te hacía elevar los pies sin apenas acordarte del estado en que estás, El km 16 fue una dosis de auto convencimiento lo que me mantuvo en carrera y a partir del 20 los pies iban solos, centenares de personas en las calles de Alcasser llevaban en volandas a los corredores que después de 20 km aún teníamos fuerzas para acelerar el ritmo y acabar la carrera dejando todas las fuerzas que uno trae a estos eventos, finalmente 1:42:05 en mi reloj, una posición buena para no estar entrenando mucho 245 y sobretodo, muy buenas sensaciones.
Al finalizar, marché al bar del amigacho y cervecita de campeón, allí estaba Juan Ramón y quedamos para salir en bicicleta el Domingo.








Se hizo la hora, 9 am y Juan Ramón, Kisko y yo nos preparamos para salir de ruta, destino, El Palmar. Empezamos algo suaves, pues el objetivo era soltar piernas después de lo del día anterior, pero poco a poco me encuentro mejor y le vamos dando cañita, los compis, fuertes como el vinagre y la recompensa llegó, El Palmar, bocata y de vuelta para Silla, 40 km y un pinchazo, el de Juan Ramón y menos mal que fue entrando en el pueblo. Fin de semana redondo...

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