Viajando se aprende. Los viajes te enseñan a vivir, a tomarte la vida con una filosofía distinta a la que se que se vive en una gran ciudad. En todos mis viajes siempre encuentro un motivo para volver al lugar que he visitado, pero hay muchas cosas por ver, explorar y mucha gente a la que conocer, interesantes personas que se mantienen en el anonimato hasta el momento en que te presentas o se presentan en tu vida. Aunque siempre están en mi presente.

Aconcagua

Aconcagua
Cerro Aconcagua

martes, 13 de marzo de 2012

I CXM OUTLET-RUNNING TRAIL (MOIXENT)

Una mañana fría de invierno, el aire que hacía nos hizo pensar mucho sobre si manga larga o corta, al final polar a la cintura y a correr. A las 9:30 de la mañana se daba la salida de la 1ª carrera por montaña de Moixent, antes, pasamos por casa de Rosana y junto con Edgar nos dispusimos a calentar, Diego no tenía dorsal y no podía correr la carrera, pero ejerció de fotógrafo, en el calentamiento hablábamos de la carrera y del frío, nos dirigimos hacia la linea de salida y pumm, empezamos a correr.
Los primeros kilómetros eran por asfalto y me di cuenta de que Myriam iba un poco abrigada, se lo noté en la respiración, llegamos a la primera rampa importante, quería ayudar a Myriam a quitarse el corta vientos, pero no se dejó y nos hizo la pua jeje, se le quitaban las mangas, entre Rosana y yo la desmangamos y si lo llego a saber no se lo quito, después me dejaba atrás. 
En esta primera parte me torcí el tobillo en la bajada, pero nada importante, Rosana decidió continuar adelante y yo esperar un poquito a Myriam, afrontamos la parte del bosquet juntos y ahí fue donde me volví a torcer el tobillo, llegamos al avituallamiento del bosquet que era bastante pobre, como todos, no conseguí reponerme y una pequeña pajara se adueñó de mis fuerzas, por suerte, Myriam iba tirando ahora de mi, nos quedaba la subida a la antena y ese tramo de senda me partió en dos, pero aún así conseguí reponer azúcar con las golosinas y tirar un poco mejor, aunque tardó.

Una vez en la antena, todo para abajo hasta llegar a la torre, donde una subida de 200 metros, acabaría de rematarnos, pero solo faltaba un km y había que darlo todo, cruzamos el pueblo y se ve la meta en el polideportivo, vuelta al campo de fútbol y meta.

Allí nos esperaba el padre de Myriam, que se llevó una sorpresa al verlo haciendo fotos, Rosana y Diego también nos esperaban en la meta. Lo que fue una fría mañana de invierno, se convirtió en un día primaveral, con un sol estupendo y sus consecuencias, las de una primavera adelantada.